12/3/09

La competencia entre las ciudades como una guerra de marcas

Mucho se ha hablado del geobranding o el hecho de ver las ciudades o territorios como marcas. Revisando el reciente reporte de tendencias de Trendwatching.com, queda claro como el poder de las ciudades hará que éstas sean los referentes geográfico esencial del mundo que nos aguarda. Creo que hay bastante que pensar y discutir sobre este tema.

Algunas de las impresionantes cifras que incluye el reporte dicen que mientras hace un siglo sólo el 5% de la población mundial vivía en ciudades, ahora esta cifra es cercana al 50%. De hecho dice que en las dos últimas décadas la población de las ciudades del mundo desarrollado ha crecido en 3 millones de personas por semana.

Esto ha hecho que las ciudades sean estos increíblemente poderosos centros de poder, destinos turísticos, de inversión, de estudio, de talento. Todo pasa ahí. Y claro, el conflicto empieza como empieza con los productos o servicios cuando van a ser mercadeados y nos encontramos que es preciso lograr encontrar una diferenciación que les de una identidad, un espacio único y particular en al mente de los consumidores.

La diferenciación que pareciera tan fácil porque finalmente cada ciudad tiene su origen, su cultura, su desarrollo particular, termina siendo muy complejo también. En todas las ciudades (o en muchas) hay Starbucks, 7-Eleven, McDonalds, Zara, carros con las mismas marcas, gente con las mismas marcas de ropa. Y no es que esto sea malo. Es una consencuencia lógica de la globalización y sería ingenuo evitarlo. Lo que ocurre es que no resulta tan interesante para alguien visitar una ciudad en la cual va a ver, oir, probar y saborear todo lo mismo que ya tiene en casa. ¿No les ha pasado que ven la foto que alguien tomó en una calle de alguna ciudad del mundo y les toma algún tiempo entender de qué ciudad puede ser? Estoy seguro que hace veinte años era bastante más fácil detectar de inmediato de qué ciudad se trataba. Es una realidad: Las ciudades del mundo cada vez se parecen más. Pero también es cierto que el tema del branding de las ciudades pasa por esa necesidad de encontrar la esencia de cada una, recuperar ese sabor, esos colores y esos olores. Lo mismo que en los productos.

Es por eso que resulta tan particular que en el informe de Trendwatching se mencione una subtendencia conocida como “Orgullo Urbano” y para ilustrarla se muestre el ejemplo de Absolut, que ahora ha decidido lanzar ediciones limitadas de su vodka con motivos de ciudades. La más reciente es Boston. Y lo más interesante: Su sabor se inspira en el olor del famoso campo de béisbol de los Red Socks, conocido como el Green Monster.

Está también el ejemplo de Guerlain, que ha lanzado en el Reino Unido dos famosos perfumes: Paris New York y Paris Moscow. Cada fragancia resulta ser una combinación de la identidad de estas ciudades. Una prueba más de la necesidad de autenticidad e identidad que aún en un “co-branding” puedan seguir siendo reconocibles.

Interesante y muy graficante que ahora las marcas quieran ayudarle a las ciudades a encontrar esos valores únicos como sus fragancias, colores o sabores. Ojalá las ciudades y los gobiernos lo sepan aprovechar. Ojalá las mismas marcas que han hecho que las ciudades parezcan todas tan similares les ayuden a encontrar espacios de diferenciación. El reto suena muy inspirador.


1 comment:

Raquel García said...

Siempre que se impone la homogenización, las personas tienden a diferenciarse, a buscar su propia personalidad y posicionamiento, por eso, no me extraña que en plena era de la globalización las ciudades busquen qué es lo que las diferencia y no qué es lo que las une. Es una manera de autodefinirse.
En los colegios donde los alumnos van uniformados también es habitual que los niños/as intenten reflejar quiénes son con su mochila, estuche, zapatos, peinado, modo de llevar la ropa... cualquier cosa para decir que ellos son únicos pese a tener la imposición de llevar el uniforme.