6/29/08
La forma más fácil de describir lo que es Baidú es decir que es el Google de China. La realidad es que es el buscador que tiene cerca del 60% del mercado de buscadores en China y es considerada una de las empresas del top 50 de innovación de la revista Fast Company. Desde luego que a una escala muy diferente a Google, Baidu ha logrado desarrollar un portafolio muy amplio de productos que incluyen búsqueda, comunidad y algunas formas de construcción colectiva de conocimiento (tipo Wikipedia).
Baidu, que desde el año 2005 cotiza en Nasdaq, es presidida por Robin Li, ingeniero de sistemas que estudió y trabajó en Estados Unidos antes de regresar a China para fundar este portal. En una entrevista para la revista Fast Company afirmaba que Baidu será más grande que Google en el mundo. Dos cosas le podrían ayudar a lograrlo: El florecimiento de la economía y la cultura china en todo el mundo, así como la capacidad de agregarle valor a su producto a través del conocimiento profundo del idioma y la cultura china. Como él mismo explicaba alguna vez, en mandarin hay más de 38 formas de decir "yo". De modo que el reto para un buscador en mandarin es muy grande pues el factor clave de éxito en esta categoría, como es obvio, se mide en la capacidad que tenga que acertar con lo que el usuario está buscando.
En el mercado chino, Google no ha logrado crecer significativamente. Aunque hace poco lanzó una nueva versión de su sitio local, Baidu sigue siendo líder indiscutible. De hecho, el reciente lanzamiento de Baidu Japón, demuestra el interés de crecer fuera de China. De todos modos, Baidu busca también la diversificación de su portafolio en China, con recientes e innovadores productos tales como un espacio para preguntas y respuestas, un navegador de móviles que ya es líder en china y un portal de servicios de e-commmerce. La palabra Baidu proviene de una expresión que aparece en un poema milenario que se refiere a la búsqueda incesante de la perfección. Así que el origen mismo de la marca puede ser un indicador de las ambiciones de la compañía por convertirse en uno de los más grandes jugadores en la industria mundial de los servicios on-line. Interesante tener a Baidu en la mira y conocer sus jugadas, que reflejarán seguramente los cambios de hábitos en los consumidores chinos, que crecerán seguro en importancia, en los próximos años.
www.baidu.com
6/21/08
¿Qué tan inteligentes son los consumidores?
"Mucho. Más de lo que uno mismo se imagina", sería la respuesta que darían muchas personas. Pero cientos de veces nos enfrentamos a esta pregunta cuando estamos aprobando una pieza publicitaria. ¿Será que los consumidores si la entenderán? ¿Será que este target o el grupo de consumidores a los que se dirige la pieza publicitaria sí es capaz de decodificar lo que les estamos comunicando?
Dicen que David Ogilvy una vez le dijo a unos clientes: "El consumidor no es estúpido. Es su esposa". Y tenía razón. Consumidores somos todos. Así que si un aviso nos reta, nos pone a pensar y es capaz de impactarnos, es muy posible que al consumidor también. Yo siempre invito a darle el beneficio de la duda a la presunción de que el consumidor no entiende o no decodifica los avisos. Desde luego, hay que ser cuidadoso pues hay consumidores y categorías en las cuales el pensamiento concreto puede ser más relevante o ser preferible sobre el abstracto.
Lo que sí es muy cierto es que cuando uno logra que el consumidor se involucre con un aviso por uno o dos segundos, es una ganancia muy importante para la marca. Y para lograr ese involucramiento muchas veces hay que jugar con la curiosidad del consumidor. También con su deseo de retarse intelectualmente (hay que advertir que esta no es una motivación relevante en todos los casos). Pero sí en ciertos targets en los que la presentación concreta de la información puede resultar totalmente irrelevante y aburrida. Sobre todo en categorías en las que mucho ya se ha dicho o en aquellas en las que un atributo de producto es ya compartido por todos los competidores.
Los avisos que acaban de ganar el gran premio en el festival publicitario de Cannes en la categoría de impresos son avisos que juegan con la imaginación del consumidor. Son avisos no sólo impactan sino que funcionan porque ponen a jugar al consumidor, a imaginar y terminar de contar la historia. Son divertidos porque el consumidor asume una postura activa, no pasiva. Las cuatro referencias fueron desarrolladas por DDB en Sudáfrica. Los anexo para que todos se sientan libres de expresar si consideran que un consumidor promedio los entendería o no. El texto dice algo así como: "Nunca deje que sus juguetes se queden sin baterías". Bienvenidas las opiniones.
Para ver todas las referencias: http://www.flickr.com/photos/juanisaza/sets/72157605728602250/
6/13/08
Cada vez parece más claro que la meca de la publicidad se está moviendo de Nueva York a California… Sin duda, el acuerdo de Yahoo y Google demuestra que la industria publicitaria se está recomponiendo. Si las grandes agencias pensaban que la competencia era quitarse los clientes las unas a las otras, ahora parece más claro que su enemigo más fuerte, no estaba ni siquiera en la mira de muchos.
El acuerdo que acaban de firmar Yahoo y Google permitirá que por cuatro años, prorrogables a diez, Yahoo emplee la tecnología de Google para la colocación de publicidad y, por su parte, Google pueda poner anuncios en Yahoo. Aunque los medios se han centrado en destacar el acuerdo como el “salvavidas” de Yahoo después de la fallida venta a Microsoft, es importante considerar también lo que implica para el negocio de la publicidad.
La creciente importancia de los buscadores, y particularmente de Google, en la inversión publicitaria demuestran que el negocio se está reinventando. Y todo porque los consumidores están cambiando su aproximación hacia la publicidad. Esto quiere decir que de una publicidad principalmente intrusiva (interrumpir el programa favorito para hablarlos de un jabón que posiblemente no nos interesa), cada vez las nuevas tecnologías parecen indicarnos el camino hacia una publicidad que apoya y acompaña la compra. Es decir, una publicidad que trae la marca justo cuando el consumidor está aproximándose a la categoría.
Esto no quiere decir que la construcción de marca no sea importante. Desde luego que lo es y lo será siempre independientemente del proceso que se siga en la compra. Pero lo que es claro es que esa construcción de marca cada vez podrá (y tendrá) que ser mucho más ajustada al momento en el cual se encuentra el consumidor. Así que a medida que la compra se mueva más y más hacia la web, la comunicación que se pueda hacer en el buscador es indudablemente mucho más eficiente. Para ponerlo en palabras simples, y entender el creciente poder de Google y Yahoo, poner una marca en estos buscadores equivale a poder influenciar al consumidor justo en el momento en que está entrando al almacén de nuestra competencia para lograr que, literalmente, se de una vuelta hacia atrás y se dirija directamente a nuestro local.
6/11/08
Sex and the City: El product placement como debe ser
Siempre lo hemos sabido: el product placement no siempre le hace bien a las marcas y, muchas veces, le hace mucho mal a las películas. En medio de la escena más interesante en la que nada tiene que ver una marca aparece un logo en primer plano dejando al espectador más aterrado que impactado por el mensaje. Las películas colombianas son probablemente uno de los mejores ejemplos de lo que no se debe hacer. Las bolsas de People´s Play en "Soñar no cuesta nada", o el portavestidos de Carlos Nieto en la mitad de la nada en "Al Final del Espectro" no podrían ser más innecesarios ni inadecuados.
Sex and the City tiene más de 70 marcas durante toda la película. Todas pertinentes. Todas en el lugar correcto. La razón: Las marcas en la cinta no están ahí como un recurso publicitario sino como parte expresiva de la historia. Cada mención, cada imagen o cada producto está en el lugar correcto. Tal vez la mejor razón está expresada al principio de la película: "A Nueva York se va por dos eles: Labels and love". Las marcas son parte de la vida de la ciudad y, por lo mismo, parte de la película.
Así como Sex and the City es un buen ejemplo de una película en la que el product placement hace parte armónica de la historia, hay que decir que hay marcas que saben hacerlo muy bien. Un caso claro y con un excelente historial es Apple. Es admirable como los computadores, un iPod o un iPhone hacen parte integral de las historias. Los ejemplos son muchos pero, a propósito de Sex and the City, la escena en la que Carrie pide otro celular porque se declara incapaz de usar un iPhone es la muestra clara de que no es un producto más que pagó por estar ahí sino que sirve perfectamente para contarnos sobre Carrie y su aproximación a la tecnología. La marca no sólo está ahí sino que además es capaz de ser parte perfecta de un buen chiste.
Product placement es, sin duda, un arte. Estar en el momento correcto con la presencia correcta es mucho más que pagar por ello. Buena idea la de Interbrand en su portal Brand Channel (http://www.brandchannel.com) por premiar las buenas apariciones de las marcas en las películas. Como siempre en publicidad: El más recordado no es siempre el que más impacta sino el que sabe impactar.