Aquí está la lectura de las ocho tendencias de The Insight Point para el año 2011. Como en ocasiones anteriores, este sumario viene sin más pretensión que hacer una lectura de los signos que aparecen en nuestro entorno, que se van congregando en ciertas áreas y que nos ponen a pensar sobre aquellos asuntos que serán más importantes para los consumidores en el año que comienza.
Mientras la mitad del mundo se recupera de los altos niveles de desempleo heredados de la crisis, la otra mitad crece cuatro veces más rápido, como anota Daniel Franklin, editor de The Economist. Es un año del que no se esperan grandes cambios. Aunque ayudará a marcar el tono de la década que viene, creo que servirá más para hacer una mirada crítica al pasado cercano: al ritmo de vida que nos está imponiendo la tecnología, a los líderes que elegimos y al poder que nos está dando la interconectividad. Y como siempre, todo ello son oportunidades para aquellas marcas que saben unir el conocimiento de los consumidores con la innovación, de modo que se convierten en creadores de esos signos y no únicamente en seguidores.
Siempre hemos visto la labor de identificar y conceptualizar tendencias como un trabajo que debe llevar a oportunidades de negocios. No creemos que sea un ejercicio únicamente teórico. Es por esto que se han incluido algunas notas sobre las posibilidades que tienen las tendencias para su aplicación en el mundo real de los consumidores, así como algunas preguntas que pueden servir como aperitivo en un taller de tendencias.
En síntesis las 8 tendencias son las siguientes:
- Estado Beta: Nos habla de la inmediatez y la necesidad de transformación permanente como un estilo de vida. Los consumidores esperarán ciclos de compra que no terminan. Tal como ocurre con las aplicaciones de sus iPads.
- Desencanto Activo: La búsqueda de seguridad en modelos conocidos será la consecuencia de un mundo en el que la crisis ha dejado más preguntas que respuestas. La pregunta: "Cuál es el mundo que queremos" seguirá rondando la mente de todos los ciudadanos.
- Mi Poder Responsable: La responsabilidad social ahora es más individual que nunca. Los consumidores -como alguna vez se lo exigieron a las organizaciones- se definirán a sí mismos por su interés de ayudar y servir. Esperarán que las marcas los reconozcan y premien.
- Compra Hiper-Plural: La compra como generadora de comunidad nos mostrará que hay muchas oportunidades en invitar a los consumidores a socializar sus compras e involucrar a otros consumidores en sus decisiones de productos y marcas.
- Mi Mundo es el Mundo: La personalización de los productos y los contenidos se facilita cada vez más. El mundo a escala individual va más allá de las tribus o grupos hiper-definidos que se hicieron tan famosos en la década pasada. Las marcas tienen que entender esa "barra de ensaladas" en la que el consumidor busca armar su identidad sin pertenencias excluyentes.
- Comparto luego Existo: Veremos la obsesión por compartirlo todo, veremos nuevas aplicaciones para hacer social nuestra vida que complementarán las plataformas que hoy conocemos. Sin embargo, veremos manifestaciones de aislamiento voluntarias como una nueva forma de status.
- Todo es Ludo: El rol de los juegos nos ha llevado a ver nuevas plataformas de comunicación en las que el consumidor se involucra por medio del entretenimiento. Los contenidos se presentan como el gran reto de las marcas que siempre pensaron que su rol era ofrecer productos y servicios y pensaban que la comunicación comenzaba y terminaba en los comerciales de televisión.
- Principio de Realidad: La fusión del mundo virtual y real empiezan a impactar nuestra vida cotidiana. Las marcas nos podrán agregar valor a través de los medios digitales. Los dispositivos móviles serán el espacio para generar la diferenciación en productos o servicios que en el mundo real nos parecían iguales.